jueves, 6 de octubre de 2016

El pudor y el portafolio



D. Antonio Machado,
 modelo de intelectual discreto.

El intelectual de mi generación, el intelectual en general, siempre fue persona discreta, retirada, dedicada al oficio de aprender y transmitir y naturalmente alejada de la exposición pública.

Se me hace, pues, difícil, por pudor, desnudar y resumir la trayectoria de mi vida académica, cuya esencia es la fugacidad de la palabra en el tiempo. La gran representación diaria, para atraer, para atrapar a mi público en el placer del descubrimiento intelectual y conseguir así, como Scherezade, que me presten nueva atención el día siguiente para acompañarles en el emocionante proceso de ver cómo se constituyen sus mentes.

Deberían ser mis alumnos, el día que yo falte, quienes hablen si consideran que hay algún interés en ello y si no, dejarme descansar.

Pero me he embarcado en este curso de aprender a hacer portafolios, empresa que me parece muy loable y muy útil para la gente joven, y aquí me tenéis, obligada a hacerme un selfie de mi trayectoria profesional, y cómo realmente considero que el intercambio de experiencias educativas es muy enriquecedor para todos, aportaré la información que pueda reunir, que debe andar desperdigada por muchos espacios, olvidada en el fondo del baúl junto a las antiguas experiencias que propiciaron estas nuevas.


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